A días de su 57º Aniversario fundacional, Lambaré luce como un campo de batalla. En la ciudad no existe una sola calle que esté libre de baches, agujeros, cráteres o pozos, como si hubiera sido "bombardeada". La desidia de las autoridades municipales sumado a las sucesivas lluvias, que provocan fuertes raudales, empeoran el calamitoso estado de las arterias. Mientras, dueños y conductores de todo tipo de vehículos ven con impotencia cómo sus medios de movilidad sufren los embates y las consecuencias de transitar por calles, asfaltadas o empedradas, totalmente destruidas.

Las quejas apuntan en primer lugar a la avenida Cacique Lambaré, donde serie de pozos distribuidos en varios sectores inutilizan la vía, República Argentina y San Isidro. Tampoco se salvan las calles asfaltadas Rio Apa, De la Conquista, Río Blanco casi Coronel Gómez Brizuela (FOTO), Pedro Juan Caballero y muchas otras.

Muchos automovilistas consultados sobre el estado de las calles de Lambare coincidieron al señalar como responsables directos a las autoridades municipales, a quienes –según dijeron- “no les importa la ciudad, solo su propio bienestar”.

Algunos de los entrevistados, unos que viven en nuestra ciudad y otros que vienen a trabajar aquí, aseguraron tener sus vehículos “destrozados” por causa de los baches y pozos que deben sortear a diario en las calles de Lambaré.

Al menos tres dueños de automóviles aseguraron que están analizando la posibilidad de una eventual demanda judicial contra las autoridades municipales de turno, a raíz de los gastos constantes a los que se ven obligados para mantener sus medios de movilidad.