La quema de basura está prohibida, según advertencias provenientes del Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible (MADES) de nuestro país. Esta práctica puede provocar consecuencias graves sobre la salud humana y el ambiente. La Ley que rige para este tema es la Nº 3956/09 “Gestión Integral de Residuos Sólidos en la República del Paraguay”, donde claramente se prohíbe la quema o incineración y la disposición de residuos sólidos a cielo abierto en cursos de agua, lagos o lagunas o en lugares de disposición final que no sean rellenos sanitarios.

En la Comuna local, la ingeniera Lorena Fernández, titular de la Dirección de Medio Ambiente Sostenible, contó que la Ordenanza Municipal que regula las sanciones para quienes violen la Ley, realizando quemas ilegales de basura, es la Nº 77/2006. Explicó cómo y en qué momento interviene la institución municipal en esos casos.

“Las denuncias se presentan por escrito, de forma responsable por los afectados, con testigos, fotos o filmaciones, a los efectos de que el Juzgado de Faltas Municipales tome la debida intervención sobre el caso denunciado”, detalló la ingeniera.

Refirió que la primera vez se recurre a notificar al infractor, en la segunda, se da intervención al Juzgado de Faltas, con la aplicación de multas que van de 30 a 100 jornales mínimos legales. “En caso de reincidencia, conforme a las multas establecidas en la Ley 716 (QUE SANCIONA DELITOS CONTRA EL MEDIO AMBIENTE), Artículo 12, de cien (100) a mil (1000) jornales mínimos legales para actividades diversas no especificadas…”, recordó Fernández.

Si un jornal equivale actualmente a G. 84.340, la multa por violar la prohibición de quemar basura iría de unos G. 2.530.200 (igual a 30 jornales) a G. 8.434.000 (100 jornales). Esta cifra podría trepar incluso a más de G. 84 millones (en caso de que se llegue a los 1000 jornales). 

En relación al tema, los profesionales del Ministerio de Salud Pública advierten que la contaminación del ambiente, a través de la quema de basura, puede provocar desde reacciones alérgicas –afectando al sistema respiratorio, la piel y los ojos- hasta cuadros más severos, como la obstrucción pulmonar. Los más vulnerables son los niños y las embarazadas, según los galenos consultados.