
El Sindicato Nacional de Trabajadores de Telecomunicaciones (Sinattel), encabezado por su secretaria general, Carmen Irala, solicitó aumento y equiparación de salarios para todos los funcionarios de COPACO, sin considerar que dicha exigencia desangrará, hasta podrÃa destruir a la entidad.
La titular de la Sinattel es campeona de las incoherencias
El pedido de reajuste salarial es una incoherencia de la sindicalista. Luego de declarar y repetir hasta el hartazgo -durante todo el primer año de gestión de la actual administración de COPACO- de que encuentra en quiebra, ahora exige reajuste salarial y equiparaciones para 3.480 funcionarios. Un pedido totalmente descabellado y fuera de lugar, por tanto, impracticable.
Datos falsos dan sustento a la solicitud de reajuste salarial del sindicato. La nota habla de la pérdida del valor adquisitivo de la moneda y del aumento del costo de vida. Alega, por ejemplo, que la inflación acumulada del año es del 7%. Esta es una mentira, porque ingresando a la página web del propio Banco Central del Paraguay se puede leer que la inflación acumulada del año es de apenas 2,2%. Entonces, emplea datos falsos.
No deberÃa extrañar la actitud de la gremialista, quien –todo el tiempo- solo busca dificultar las cosas.
Para Irala es fácil exigir y, por lo visto, muy difÃcil argumentar, a juzgar por el recurso que emplea: datos mentirosos.
El pedido de incremento de Sinattel demuestra claramente el objetivo de su titular, Carmen Irala, quien miente cuando dice que la empresa está en quiebra y deja aflorar el fin que persigue: menospreciar el trabajo y destruir la integridad de COPACO como entidad.
Reajustar el salario a 3.480 funcionarios en momentos en que se trabaja para recuperar a la compañÃa, en el marco de una coyuntura muy difÃcil de la economÃa del paÃs, es impracticable. PondrÃa en riesgo a la empresa, pues COPACO estarÃa aceptando un sobrecosto que ronda los G. 45.800 millones, según datos recabados en la empresa. Si se llegara a implementar el aumento y la equiparación de salarios, exigidos por el sindicato, el riesgo de llegar a una quiebra será real.