Invasores amenazan a guardias y ponen en riesgo 30.000 hectáreas de reserva boscosa en el Chaco

La empresa ATENIL S.A. denuncia que el conflicto que tienen con invasores de tierras en el Chaco Central pone en riesgo reservas privadas, bosques vírgenes y corredores naturales.

Representantes de la empresa Atenil S.A., expresaron su preocupación por la falta de solución al conflicto con invasores consuetudinarios que ahora ponen en riesgo no solo el establecimiento de procesamiento de madera reforestada, sino también la reserva privada y el bosque natural que están siendo afectados en el Chaco Central, en la zona de influencia de Puerto Casado.

Diego Puente, directivo de Atenil S.A., explicó que hay un pequeño grupo de personas que no sólo instigan a los lugareños al ingreso masivo para ocupar propiedades privadas, sino también amedrentan a los guardias de seguridad, amenazando con armas largas y hostigándolos permanentemente en el ejercicio de sus labores.

“El domingo se acercaron varias personas armadas lideradas por Alberto Gauto, quienes amenazaron de muerte a los guardias que operan en los puntos de ingreso a la propiedad anunciando que en los próximos días volverían a ingresar y que, si ponían resistencia, deberían atenerse a las consecuencias”, relató Puente.

De acuerdo a la denuncia, son más de 20 las personas provenientes de varios asentamientos y colonias de la zona de Puerto Casado, que someten a un constante acoso a productores, y en algunos casos, impidiendo el acceso a sus propiedades. Lo llamativo y grave de esta ocasión es que realizan el anuncio de una invasión haciendo gala de las armas con que cuentan para poder amedrentar a los guardias.

Puente manifestó que “esta situación no es nueva, y ya está afectando a varios establecimientos de la zona y con el mismo modus operandi. Nosotros ya tuvimos una primera incursión de invasores en el mismo predio, pero hablamos con ellos y logramos que se retiren pacíficamente. Ahora aparece este Gauto y no sólo le amenaza a nuestros guardias, también nos informan que las amenazas también alcanzaron incluso a los que se retiraron del lugar”.

Agregó que esta es una modalidad ya conocida en la zona. “Esta gente busca propiedades boscosas en dónde ingresan con varias familias a quienes prometen el terreno propio. En realidad, se dedican a desmontar, negociar las maderas y luego venden las “derecheras” a empresarios extranjeros, dejando a las familias invasoras, a cargo del nuevo ‘propietario”.

Puente lamentó la falta de acción tanto del Ministerio Público como de la Policía Nacional, pese a las denuncias realizadas, ya que la situación facilita la labor de los invasores, desacatando las medidas cautelares y los amparos judiciales con los que cuentan los inmuebles afectados.

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