La obesidad es una enfermedad crónica y a la vez constituye un factor de riesgo para el desarrollo de otras enfermedades como la diabetes tipo 2, hipertensión arterial, ciertos tipos de cáncer, afecciones cardiovasculares, depresión y ansiedad, entre otras
Se produce de manera progresiva, cuando una persona acumula una cantidad excesiva de grasa corporal que puede ser perjudicial para la salud.
Datos extraídos de la última encuesta de factores de riesgo señalan que cerca del 37 % de la población tiene sobrepeso, el 41 % se observa en hombres y el 59 % en mujeres. Estos porcentajes son similares en áreas urbana y rural. En cuanto a la obesidad, el 32,4 % la padece, lo cual indica un incremento del 10 % en los últimos diez años. La mayor carga de obesidad se registra en mujeres, principalmente en el área urbana.
Ante este escenario, se insta a la población a mejorar sus hábitos para prevenir el sobrepeso y la obesidad, y evitar complicaciones asociadas, y al mismo tiempo, motivar a familiares y amigos a colaborar con la promoción de estilos de vida saludables.
Ambos se pueden prevenir
Contar con un estilo de vida saludable es esencial, para el efecto, es importante modificar algunos hábitos y perseverar en ellos. Tenga en cuenta estas recomendaciones:
1) Consumir cinco porciones de frutas y verduras al día, de diferentes colores, preferentemente frutas enteras y verduras siempre que sea posible, en su forma cruda, para aprovechar mejor los nutrientes.
2) Tomar entre 8 a 10 vasos de agua potable por día. Una opción para quienes les cuesta cumplir esta recomendación es saborizar el agua en forma natural con rodajas de frutas.
3) Disminuir el consumo de bebidas azucaradas, como gaseosas, jugos azucarados y bebidas energizantes.
4) Realizar al menos 60 minutos de actividad física moderada en forma continuada o fraccionada en 6 sesiones de 10 minutos al día. “Todo movimiento cuenta”
5) Limitar el tiempo frente a pantallas (TV, computadoras, teléfono celular, tablets, videojuegos).
6) Utilizar las escaleras en lugar de ascensores, caminar, bailar, andar en bicicleta, jugar deportes o pasear al perro, para mantenerse físicamente activo.
7) Preferir alimentos naturales y comidas hechas en casa, en lugar de alimentos ultraprocesados y/o envasados, estos últimos aportan muchas calorías y pocos nutrientes a nuestro organismo.
8) Limitar el consumo de comidas rápidas, frituras, embutidos y alimentos con alto contenido de sal y grasas saturadas.
9) Comer de manera lenta y tranquila, siempre que se pueda en compañía.
10) Descansar entre siete a ocho horas por la noche y procurar no ver pantallas hasta 1 hora antes de dormir.